Según los historiadores, el primer queso
Gorgonzola fue producido, entre los siglos IX y XII, en las llanuras de los alrededores de Milán. En la época del alto medioevo no se distinguía mucho entre los quesos, todos indicados con un único término latín, “caseus”, incluyendo también este queso especial, marcado por mohos verdes. Los conocimientos de la época no tenían la capacidad de explicar el fenómeno tanto que, hasta a comienzos del siglo XIX, se consideraba un principio vegetal casi alquímico, casi una magia, un milagro de la naturaleza de brindaba al queso una tonalidad especial verdosa y un sabor incomparable.
Habría que esperar el siglo XVII, cuando en Lombardía fue creado un nuevo vocablo: En la llanura lombarda el “
stracchino” empieza a ser llamado “erborin”, desde el término dialectal que significa perejil, que recuerda bien las ramificaciones verdosas en el interior del queso. Un término que tuvo éxito, ya que se convirtió en la identificación de toda una clase de quesos:
los “erbonirati”.
Las migraciones a la otra orilla del río Ticino de varias familias de queseros de Lombardía llevan sucesivamente la producción del queso
Gorgonzola también a la región de Piamonte: es así que se constituye en Lombardía y en Piamonte el territorio de producción del queso
Gorgonzola, área que se reconocerá oficialmente como típica con la creación, en el año 1970, del Consorcio de tutela. El queso
Gorgonzola tiene que producirse en la zona de origen con la leche procedente del territorio del consorcio y en el mismo territorio también tiene que curarse y seccionarse para la venta. Si eso no ocurre, no se trata de queso
Gorgonzola.
Los queseros de Lombardía que emigraban a Piamonte, después de cruzar el río Ticino, llegan a Novara, zona rica de agua, pastos, manadas y, por lo tanto, de leche, y aquí se asientan, poniendo su arte a fructificar.
Así, en un corto tiempo Novara se convierte en un polo de atracción justamente para el curado, actividad que actualmente ya no existe ya que, salvo rarísimas excepciones, los productores se encargan directamente de esta fase.
Por lo tanto Novara es la capital del queso
Gorgonzola: de los casi 4 millones de quesos que se producen en un año, más del 57% se hace en esta provincia.